Mucha agua pasó bajo el puente para que, más de un año después de las últimas elecciones, el diputado nacional Francisco De Narváez confirme el pase a las filas del Frente Renovador y oficialice su incorporación esta mañana. Sobre todo porque el empresario, conocido por ser el dueño de la ex Casa Tía, tuvo conceptos muy duros contra Sergio Massa durante la última campaña, llegando a acusarlo de "ser funcional al kirchnerismo" e incluso el "caballito de Troya" oficialista en la oposición.

Los tiempos cambiaron y, tras un año de largo silencio, el bonaerense vuelve a las primeras planas con esta nueva incursión.

Su fichaje será dado a conocer este sábado, a partir de las 11.00. El encargado de confirmar la noticia fue, en las últimas horas, nada menos que el Intendente de Olavarría, José Eseverri, mientras que la diputada provincial y ex aliada de De Narváez -quien fuera su candidata a Vicegobernadora en los comicios de 2011-, Mónica López, dio la bienvenida.

Justamente Eseverri, junto a sus pares Gabriel Katopodis (Intendente de San Martín) y Joaquín De La Torre (Intendente de San Miguel), concretaron las negociaciones. Los estrechos colaboradores de Massa interpretan que De Narváez todavía conserva un universo de votantes y aceptación que los pálidos resultados recientes no opacaron.

El líder de Unión Celeste y Blanco no entra como uno más. Por el contrario, sumará su nombre a la lista de potenciales candidatos para la Gobernación este año, seguramente el sillón más codiciado en ese espacio, donde hay anotada una gama variada de nombres como la propia López -que tampoco descartaría la posibilidad de ir nuevamente como aspirante a Vicegobernadora, al menos llegado el caso-, Felipe Solá, Darío Giustozzi, Gustavo Posse y Jesús Cariglino.

Y ni hablar si, dentro de dos meses, también cierra filas el lomense Martín Insaurralde, como insinúa desde mediados del año pasado. La posible llegada de MI es motivo de fuertes especulaciones puertas adentro, principalmente porque varios hombres del massismo rechazan cualquier chance de introducirlo, en especial Giustozzi, de conocida rivalidad con este último.

Para De Narváez, por otra parte, este sería su tercer intento de postularse a nivel provincial tras dos presentaciones fallidas en 2007 y específicamente 2011. En la primera iba como candidato de Unión PRO, junto a Jorge Macri en una fórmula que -dado el contexto- hizo una decente actuación y obtuvo el tercer lugar con el 14,9 por ciento, pero en la segunda no tenía excusas: venía de ganarle a Néstor Kirchner en las elecciones legislativas de 2009 y, cuando algunos creían que repetiría, su performance de 2011 resultó un fiasco absoluto.

La ventaja fundamental es que esta vez, a diferencia de cuatro años atrás, no hay candidatos con la fortaleza de Daniel Scioli, claro ganador de 2007 y 2011, ambas veces por más de 35 puntos.